Masaje

Una de las mejores formas de lograr la relajación es el masaje.

Se trata de un proceso increíblemente útil. Ayuda a mejorar la circulación sanguínea en la piel y a normalizar el metabolismo. El masaje estimula la excreción de productos metabólicos, lo que significa que ayuda a la piel a respirar y mantener la frescura. Gracias a ella, los tejidos y los músculos se fortalecen, la piel se vuelve tersa, joven y elástica. Se estira y gana elasticidad.

Puedes hacerte masajes faciales tú mismo, lo principal es tener en cuenta que la piel de la cara es muy sensible. Para lograr el efecto deseado y obtener un placer incomparable del procedimiento, es mejor recurrir a los servicios de un profesional.

Hay muchos tipos diferentes:

• Masaje clásico
  Es un procedimiento agradable basado en ligeras caricias y roces. Cuando la piel empieza a descolorarse, los músculos pierden su tono, aparecen flacidez y arrugas alrededor de los ojos o la boca.
  Para realizar uno clásico, el cosmetólogo utiliza productos profesionales que selecciona individualmente, teniendo en cuenta las características de tu piel (también se puede utilizar un aceite especial para masajes).
• Masaje plástico
  Movimientos rítmicos, al mismo tiempo bastante fuertes, pero precisos a lo largo de las líneas principales de masaje. Para su aplicación, lo más frecuente es utilizar talco. Una característica clave de este método es una técnica especial para influir en la piel.
  Tiene un amplio impacto en la grasa subcutánea, los vasos sanguíneos, los nervios. Mejora la circulación sanguínea, el flujo linfático, limpia la piel y favorece la cicatrización. Si su piel se descolora, pierde su tono, aparecen pliegues mímicos, hinchazón, papada – le ayudará a deshacerse de estos problemas.
• Criomasaje
  Se trata de uno de los procedimientos más populares de la cosmetología moderna. Se trata de la llamada crioterapia local, es decir, el tratamiento de diversas partes de la piel de la cara, el cuerpo o la cabeza con nitrógeno líquido.
  Un breve efecto local, de no más de 30 segundos, de temperaturas ultrabajas sobre los receptores de frío de la piel provoca una potente liberación de endorfinas a nivel local y en el organismo, estimulando el sistema inmunitario general y la barrera inmunitaria local de la piel.
  El efecto cosmetológico de la crioterapia local se debe al aumento del riego sanguíneo (hiperemia posfrío), la estimulación del metabolismo lipídico en los tejidos subcutáneos y la mejora de la saturación de oxígeno.

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