Tratamiento con células madre y exosomas para lesiones cerebrales traumáticas (TBI) en Estambul: opiniones del Prof. Dr. Serdar Kabataş, MD, PhD(C)

Tratamiento con células madre y exosomas para lesiones cerebrales traumáticas (TBI) en Estambul: opiniones del Prof. Dr. Serdar Kabataş, MD, PhD(C)
Tratamiento con células madre y exosomas para lesiones cerebrales traumáticas (TBI) en Estambul

Comprender las lesiones cerebrales traumáticas y el papel de la terapia con células madre y exosomas

Por el Prof. Dr. Serdar Kabataş, MD, PhD (C)

Una perspectiva personal

Soy el Prof. Dr. Serdar Kabataş, neurocirujano con más de veinte años de experiencia trabajando con pacientes que padecen enfermedades graves del sistema nervioso central y periférico, como lesiones cerebrales, espinales y de los nervios periféricos, tumores, aneurismas y otras afecciones. A lo largo de estas décadas, he sido testigo de los extraordinarios logros de la medicina, pero también he visto sus límites.

En los últimos años, mi interés se ha desplazado hacia los enfoques regenerativos: los tratamientos con células madre y, más recientemente, las terapias basadas en exosomas. Estos métodos no son milagrosos, pero representan una oportunidad para ampliar un poco más esos límites, especialmente en afecciones como el traumatismo craneoencefálico (TCE), en las que incluso una pequeña mejora puede cambiar una vida.

El trabajo aún está en sus inicios. No hay curas mágicas. Pero hay indicios de que el cerebro, con el apoyo adecuado, puede recuperarse de formas que antes creíamos imposibles. Y por eso sigo con este trabajo.

¿Qué significa realmente una lesión cerebral traumática para los pacientes y sus familias?

Cuando las familias se sientan conmigo después de un accidente, a menudo escucho las mismas palabras dolorosas: «Doctor, él ya no es el mismo».

Esa frase resume lo que realmente significa una lesión cerebral traumática. No es solo la herida en el cuero cabelludo o la sombra que vemos en una resonancia magnética. Es la transformación repentina de una vida.

He tratado a jóvenes estudiantes que pasaron de planificar sus futuras carreras a tener dificultades para hablar. He conocido a padres que ya no podían recordar los nombres de sus hijos y a madres que lloraban no porque su hijo hubiera muerto, sino porque la persona que conocían parecía perdida dentro de un cuerpo vivo.

La neurocirugía moderna y los cuidados intensivos salvan muchas vidas tras un traumatismo craneal. Pero a menudo la recuperación se ralentiza, el progreso se estanca y las familias me preguntan: «¿Es esto todo lo que podemos esperar?». Durante años, mi respuesta fue cautelosa. Hoy, gracias a la investigación con células madre, puedo decir: «Quizás aún haya un camino por recorrer».

Causas de la lesión cerebral traumática (LCT)

La lesión cerebral traumática (LCT) llega sin previo aviso. Un día normal puede convertirse en una lucha de por vida en un solo segundo.

Accidentes de tráfico

Un movimiento violento puede torcer o estirar el cerebro incluso sin fractura de cráneo. Recuerdo a un joven de 23 años que parecía no haber cambiado nada por fuera tras un accidente, pero sus amigos me dijeron: «Ya no es la misma persona».

Caídas

Las caídas son especialmente devastadoras para las personas mayores. Un simple resbalón en el baño puede provocar hemorragias o hinchazones que alteran de forma permanente la memoria y el equilibrio. Los niños también son vulnerables.

Lesiones deportivas

Las lesiones deportivas se acumulan silenciosamente. Un futbolista o un boxeador pueden no perder nunca el conocimiento, pero años más tarde mostrar pérdida de memoria y cambios de humor. Una vez traté a un futbolista cuya carrera no terminó con un golpe dramático, sino con la lenta acumulación de pequeños golpes.

Violencia y accidentes laborales

La violencia y los accidentes laborales también contribuyen de manera significativa, dejando a personas jóvenes y por lo demás sanas en una situación de dependencia repentina de otros.

Independientemente de la causa, el resultado es el mismo: la alteración de la delicada red del cerebro. A diferencia de un hueso roto, el cerebro no se cura hasta volver a la «normalidad». Las cicatrices pueden ser invisibles, pero son profundas.

Tratamiento con células madre y exosomas para lesiones cerebrales traumáticas en Estambul

Tipos de lesiones cerebrales traumáticas y diferencias en la recuperación

Las familias a menudo me preguntan: «¿Por qué mi hijo sigue teniendo dificultades cuando otro paciente con el mismo accidente se recuperó más rápido?».

La verdad es que no hay dos traumatismos craneoencefálicos idénticos. Los resultados dependen de la fuerza, la dirección y la ubicación de la lesión, así como del cerebro de cada persona.

Traumatismo craneoencefálico leve (conmoción cerebral)

A menudo se subestima. Los pacientes pueden parecer estar bien, pero semanas después se quejan de confusión mental, dolores de cabeza y falta de concentración.

Traumatismo craneoencefálico moderado

Por lo general, requiere hospitalización. La debilidad, las dificultades para hablar y los problemas de memoria pueden persistir durante meses. Algunas personas se recuperan bien; otras no.

Traumatismo craneoencefálico grave

Estos son los casos que más nos ponen a prueba. Los pacientes pueden llegar inconscientes, a veces en coma. Incluso cuando les salvamos la vida, la recuperación es incierta.

Más allá de la gravedad, el patrón del daño es importante. Una contusión en el centro del habla es diferente de una lesión microscópica difusa que se extiende por todo el cerebro. Esta complejidad es la razón por la que las familias nunca deben comparar las recuperaciones.

Síntomas de la lesión cerebral traumática: la carga oculta

El mayor desafío con la lesión cerebral traumática es que muchas heridas son invisibles. Un paciente puede parecer estar bien, pero lucha en silencio contra sus déficits todos los días.

Cambios cognitivos

Pérdidas de memoria, falta de concentración, impulsividad. Un ingeniero me dijo: «Antes diseñaba sistemas. Ahora no soy capaz de recordar mi lista de la compra».

Síntomas físicos

Dolores de cabeza, mareos, debilidad o convulsiones. El paciente puede incluso sentirse inestable al caminar por una habitación.

Pérdida sensorial

Visión borrosa, zumbido en los oídos o pérdida del sentido del gusto y del olfato. Una vez traté a un chef. Para él, perder el sentido del gusto fue un desastre. Cambios emocionales y cambios en el comportamiento.

Cambios emocionales y cambios en el comportamiento

Irritabilidad, depresión o cambios en la personalidad. Los familiares suelen echar de menos a la persona que tenían delante; ya no es la misma persona.

A veces, estos síntomas pueden desaparecer o remitir lentamente, pero en otros casos son permanentes. Como los síntomas no suelen ser claramente visibles, los familiares y amigos piensan que la persona afectada se encuentra bien. Sin embargo, en realidad, los pacientes sufren en silencio y a menudo carecen de la oportunidad de explicarse, ya que desde fuera todo parece normal.

Reconocer esta realidad de las lesiones cerebrales traumáticas es esencial tanto para las familias como para la sociedad.

Terapia con células madre para lesiones cerebrales traumáticas: evidencia clínica

Cuando hablo sobre la terapia con células madre o exosomas, nunca prometo milagros. Lo que comparto son hechos: casos y ensayos que demuestran tanto su seguridad como su potencial.

Un caso piloto (2020)

Tratamos a un hombre de 29 años, un año y medio después de sufrir un grave accidente de tráfico. A pesar de la rehabilitación, su estado se había estancado: dificultad para hablar, mala memoria y habilidades motoras limitadas. Durante seis meses, recibió seis aplicaciones de células madre mesenquimales (MSC) derivadas de la gelatina de Wharton, administradas por vía intratecal, intravenosa e intramuscular.

No experimentó efectos secundarios importantes. Su habla mejoró, su memoria se agudizó y recuperó el control motor fino lo suficiente como para realizar las tareas cotidianas. Las imágenes confirmaron cambios reales. Para él, esto significó recuperar su independencia. Para nosotros, fue una prueba de que era posible.

Lea el artículo completo aquí: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38948099/

Ensayo de fase I (2024)

Ampliamos el estudio a seis adultos jóvenes, de entre 21 y 27 años. Cada uno recibió seis dosis de WJ-MSC por las mismas vías.

  • Los efectos secundarios fueron leves y temporales (fiebre baja, dolor de cabeza, dolor).
  • No se produjeron acontecimientos adversos graves durante el año de seguimiento.
  • Las mejoras fueron cuantificables: reducción de la espasticidad, mejores puntuaciones cognitivas y motoras, mayor calidad de vida.

Lea el artículo completo aquí: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33216342/

Un paciente recuperó la capacidad de escribir notas breves tras sufrir una lesión cerebral traumática. Otro podía mantener una conversación sin perder el hilo. Puede que parezcan pequeños avances, pero para los pacientes y sus familias supusieron un cambio radical en sus vidas.

El recorrido del paciente en la terapia con células madre y exosomas para el traumatismo craneoencefálico

La terapia con células madre no es un acontecimiento único, sino un proceso.

  1. Evaluación: revisión completa del historial, las imágenes y el estado actual. No todos los pacientes reúnen los requisitos.
  2. Planificación: se diseña un protocolo personalizado, que incluye la dosis y la administración.
  3. Preparación celular: el tejido del cordón umbilical se procesa en un laboratorio con certificación GMP y se somete a pruebas de esterilidad y potencia.
  4. Tratamiento: las células madre y los exosomas se administran en varias sesiones, junto con la rehabilitación.
  5. Seguimiento: hacemos un seguimiento de las mejoras. Las familias suelen notar primero cambios sutiles: una palabra recordada, una mano menos rígida, una sonrisa que vuelve.

Una familia me contó una vez que su hija, que había tenido dificultades para sostener una cuchara durante dos años, de repente empezó a comer sola sin ayuda después de la tercera sesión. Estas pequeñas victorias significan más que cualquier estadística.

A menudo les digo a las familias: «No esperen fuegos artificiales. Esperen un amanecer gradual».

Tratamiento con células madre y exosomas para lesiones cerebrales traumáticas en Estambul, Turquía

Riesgos y expectativas realistas del tratamiento con células madre y exosomas para lesiones cerebrales traumáticas

Todo tratamiento conlleva riesgos. En el caso de la terapia con células madre para el TCE, los riesgos que hemos observado hasta ahora son leves: fiebre temporal, dolor de cabeza o molestias. En nuestros estudios no se han producido complicaciones graves.

Las expectativas son igualmente importantes. Esto no es una cura. No borra la lesión cerebral traumática. Lo que puede hacer es restaurar parcialmente las funciones perdidas, mejorar la vida cotidiana y abrir una puerta donde antes solo había un muro.

Algunos pacientes notan pequeños cambios: un estado de ánimo más estable, un habla más clara. Otros logran avances más significativos y recuperan la independencia en las tareas cotidianas. Las familias deben estar preparadas para ambas posibilidades. Lo más importante es que cada mejora, por pequeña que sea, puede devolver la dignidad.

La calidad de las células madre y los exosomas: la responsabilidad ante todo

Las familias se preguntan con razón: «¿De dónde proceden estas células?».

Las células madre se obtienen de la gelatina de Wharton de cordones umbilicales donados, que se recogen únicamente tras partos sin complicaciones y con el consentimiento de los padres. Se procesan en un laboratorio con certificación de buenas prácticas de fabricación (GMP), se someten a pruebas de detección de infecciones y se comprueba su seguridad y viabilidad.

Como médico, nunca recomendaría una terapia en la que no confiaría para mi propia familia. Por eso, la calidad de las células y su obtención ética son innegociables.

Terapia con exosomas: el futuro del tratamiento de las lesiones cerebrales traumáticas

En los últimos años, he hablado a menudo sobre las células madre. Sin embargo, hay otra parte de este campo que me interesa profundamente: los exosomas. Son vesículas extremadamente pequeñas liberadas por casi todas las células, demasiado pequeñas para ser vistas a simple vista. En su interior, transportan fragmentos de ARN, proteínas y otras moléculas de señalización. En esencia, no son células en sí mismas, sino los mensajes que las células se envían entre sí.

¿Por qué es esto importante para las lesiones cerebrales o medulares? Porque el sistema nervioso central es difícil de alcanzar. Las células madre son potentes, mientras que los exosomas, por el contrario, son lo suficientemente pequeños como para atravesar barreras como la barrera hematoencefálica y llegar a regiones a las que las células más grandes no pueden acceder. Una vez allí, parecen reducir la inflamación dañina, favorecer el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos para mejorar la circulación y ayudar a reparar y reconectar las fibras nerviosas dañadas.

Hay otra ventaja: los exosomas no se dividen. Eso significa que no pueden formar tumores, y la forma en que se pueden purificar y almacenar hace que se comporten más como un medicamento que como un trasplante. Para los pacientes, esto podría significar algún día una dosificación más segura y fácil, con menos riesgos de reacción inmunitaria.

Por el momento, la mayor parte de las pruebas provienen de modelos experimentales. En animales con traumatismos medulares o cerebrales, la terapia con exosomas ha reducido la cicatrización, mejorado el movimiento y mostrado cambios evidentes al microscopio. Ya se han llevado a cabo algunos usos clínicos preliminares en seres humanos para comprobar su seguridad y, hasta ahora, el perfil parece tranquilizador.

Sin embargo, debo ser sincero: la terapia con exosomas es más reciente que la terapia con células madre. Este campo se encuentra en sus inicios y se necesitan ensayos a gran escala y cuidadosamente diseñados antes de poder hacer promesas firmes. Pero creo que, en el futuro, las células madre y los exosomas no competirán entre sí, sino que se complementarán, aportando cada uno una pieza diferente al proceso de reparación.

Este doble enfoque podría ampliar aún más las posibilidades de recuperación en el futuro.

Tratamiento con células madre y exosomas para lesiones cerebrales traumáticas en Estambul, Turquía, cerca de mí.

Conclusión: terapia con células madre y exosomas para lesiones cerebrales traumáticas: esperanza basada en la ciencia.

Las lesiones cerebrales traumáticas no solo cambian al paciente, sino también a todas las personas que lo rodean. La medicina tradicional salva vidas y ayuda a la recuperación, pero a menudo deja a los pacientes en un estancamiento.

La terapia con células madre derivadas de la gelatina de Wharton no promete milagros. Pero ofrece algo muy valioso: otra oportunidad. He visto a pacientes recuperar el habla, la movilidad y la dignidad que creían perdidas.

La medicina es mucho más que sobrevivir. Se trata de restaurar a la persona que hay dentro del paciente. Con la terapia con células madre y la promesa emergente de los exosomas, estamos dando pasos cautelosos pero reales hacia ese objetivo.

Preguntas frecuentes sobre el tratamiento de lesiones cerebrales traumáticas con células madre y exosomas

¿Pueden las células madre curar una lesión cerebral traumática?

No, no pueden retroceder en el tiempo ni reconstruir el cerebro tal y como era antes. Lo que pueden hacer es ayudar en ciertas áreas: un poco más de claridad en el habla, un mejor control de los movimientos y, en ocasiones, una memoria más aguda. Normalmente explico a las familias que el objetivo es recuperar partes de la vida cotidiana, no esperar un restablecimiento completo.

¿El tratamiento es seguro?

En los pacientes que hemos tratado hasta ahora, los efectos secundarios fueron leves: fiebre leve, dolor de cabeza o dolor muscular que desapareció rápidamente. No hemos observado complicaciones peligrosas. Aun así, nunca digo que un tratamiento sea «libre de riesgos». Observamos atentamente a cada paciente.

¿Cuándo podrían aparecer los cambios?

Eso varía mucho. Algunos pacientes notaron pequeños avances en cuestión de semanas, como recordar un nombre o caminar con más firmeza. A otros les llevó meses. La recuperación no llega de la noche a la mañana, es más bien como ver cómo vuelve lentamente la luz del día tras una larga noche.

¿Sigo necesitando rehabilitación si me someto a una terapia con células madre?

Sí, sin duda alguna. Las células madre no sustituyen a la rehabilitación. Pueden aumentar las posibilidades de respuesta del cerebro, pero la fisioterapia, la logopedia y el entrenamiento cognitivo siguen siendo la base de la recuperación. Suelo decir que las células madre pueden abrir la puerta, pero la rehabilitación te ayuda a atravesarla.

¿Quiénes podrían ser candidatos para el tratamiento?

Por lo general, atendemos a pacientes que se encuentran médicamente estables, es decir, que no se encuentran en una fase aguda de crisis, pero que siguen teniendo problemas persistentes de memoria, habla o movimiento a pesar de la rehabilitación. Cada caso es único. Una evaluación minuciosa es siempre el primer paso antes de tomar una decisión.

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